RINCÓN LITERARIO

Quiero inagurar esta nueva "entrada" y espero que tenga éxito. La idea es que cada uno vayamos colgando aquí, poesías, relatos, o textos que nos emocionen, que hablen de sentimientos, de inquietudes, de deseos, que impregne este rinconcito del foro de sensiblidad e intimismo. Pueden ser composiciones literarias, en verso o en prosa, tanto escritas por nosotro/as como por una tercera persona. Un besito, animaos a participar, y yo voy a empezar, ok:
Qué sensible he vuelto, habéis visto, jejeejje...
Besitos.
Si lo que colgáis es de vuestra autoría, recomiendo poner vuestro nombre. Para evitar que se adueñen otros. En mi blog ya tuve un problemilla con eso. Un besito.

Sin tu inspiración,
No existirían los edificios
Que construyo
Ni existiría mi tristeza y alegría
Ni mi melancolía
Ni mis mundos imaginados
No existiría mi horizonte indefinido.
Ni esta poesía.

Sin tu inspiración,
No estarías permanente en mí
Ni viviría abrazado
A tus abrazos.
Ni serías
El mobiliario urbano
De esta bella,
Pero tan triste ciudad.
Ni el silencio sería tan ruidoso.
Sin tu inspiración
No te pensaría como no eres,
No serías una necesidad
Ni el fin de todos los caminos.
No te evocaría en sueños
No sería
Quien soy.

Sin tú inspiración,
Nada sería igual
Ni la imagen que proyecto,
Ni la real.
Si algún día me dejas de inspirar
No dejaré de existir,
Ni tú tampoco
Pero no construiré los mismos edificios
Que construyo si me inspiras
Ni mi tristeza y alegría
Tendrán las sustancias,
Producidas de tu inspiración
Ni mi mundo dejará de existir.
Únicamente
Que sin tu inspiración
Dejarás de aparecer
En el mundo que construyo.

Autor: "Raúl Solís Galván"

Qué bonito, Raúl!

Espero que en breve este rinconcito se llene de palabras, de preciosas palabras construidas por todas y todos.

Un beso enorme.

Rafa

Junto al texto que compartáis aquí, escribid el nombre de quien lo ha escrito, sea de vuestra autoría o no, por aquello de respetar los derechos de todos y todas.

Muy buena idea, Raúl. Sé de buena tinta que algunas de las "niñas" que se mueven por este foro son aficionadas a la escritura en verso y en prosa. Ahora sólo falta que la gente se anime a compartir las palabras que construyen.

"Aquí os dejo una conversación con, al menos para mí, mi querida Soledad:

A veces puedes llegar a derribarme y te condeno, discutimos, te llamo cruel, aterradora, habladora, chivata y persuasiva. En otras ocasiones te acurruco, te sonrío, te agradezco tus visitas, porque sólo tú sabes cuánto me equilibras, y ayudas a edificar mi futuro desde el aprendizaje del presente. Juntos analizamos errores, aprendemos de ellos, y celebramos los aciertos.
Eres una cómplice cómoda, no necesito situarte en el contexto, tú conoces mejor que nadie las preguntas y respuestas de mi existencia. Tienes constancia de mi pasado, permaneces siempre en mi presente, y te entusiasmas, al igual que yo, de mis planes de futuro. Has sido testigo de amores fallidos, de historias ilusionantes, de búsquedas infinitas, de huidas, te sitúas siempre a mi lado en los sueños que construyo a diario, mis miedos son los tuyos, mis fracasos también los vives como propios. Me guiaste en los momentos en los que necesitaba poderosamente una estrella hacia adonde fijar mi brújula, ¿te acuerdas? Me limpiaste tantas lágrimas, me apoyé tantas veces en tu hombro, me salvaste de tantos peligros, me regalaste tantos abrazos, tantas caricias, sí, tú Soledad, me diste y me das tanta vida, que tengo por eso quizás, dependencia de ti.
Y tú también me cuentas cosas, ¿verdad? Estás siempre comentándome el miedo que te tiene el mundo, que te huyen, que no te soportan, que te agreden y hasta te maldicen. Me sueles relatar que le tienen pánico a tu sinceridad, a tus verdades absolutas, a tu presencia, que te esquivan para no escucharte. El mundo conoce tu sapiencia, Soledad.
¿Sabes qué? Que en momentos te deseo abrazar, pero otras muchas veces daría lo que fuera por sustituirte por abrazos de verdad, sinceros, esos que achuchan el alma. No obstante, pensándolo bien. Tus abrazos, tus consejos, tus diálogos son siempre tan íntimos, tan enriquecedores, me aportas tanto, que quizás lo mejor sea ir alternando tus afectos con los afectos del mundo, esos que están ahí afuera. Sí, ese mundo tan injusto, que a veces hiere tanto, aunque también en otras ocasiones nos deleita con momentos tan gratos. De todo eso, de heridas y de triunfos, está hecho el mundo, y es esa dualidad la que convierte a la labor de vivir en una práctica tan emocionante. ¡Ay, Amiga Soledad, la vida!

Raúl Solís Galván. Autor

simplemente me ha encantado.
Gracias
Valle

Te lo dije cuando lo pusiste en tu facebook, pero lo vuelvo a repetir: es una verdadera preciosidad, con la que cualquiera puede sentirse identificado!

Gracias!

Hola a tod@s, aunque lo mío no es la escritura, hace algunas semanas me vino una inspiración repentina y decidí escribir un relato. No es prosa ni verso, es para todas las personas, adultas, niños... recuerdos de mi vida con una mezcla de actualidad y por supuesto, fantasía... ahí os lo dejo.


Enero de 1976
"Aquella mañana, mi madre me despertó con un cálido beso y un susurro: está nevando... abrí los ojos y de un salto me planté en la ventana. Allí estaba. La Dama de las nieves nos visitaba esa mañana, cubriendo con su inmaculado manto blanco nuestros jardines, nuestros tejados y nuestras calles. Una excitación recorrió mi mente, quería salir corriendo, revolcarme, jugar... -¿puedo llamar a Cristina, mamá?, claro hija, pero más tarde, ahora hace mucho frío.
Mi madre me caló el gorro hasta las cejas, la bufanda casi me impedía respirar y me colocó las manoplas de lana.
- Ten cuidado y no tardes en llegar!, -hasta luego, mamá!
Mientras caminaba hacia la casa de mi amiga Cristina, me iba fijando en el suelo, me gustaba pisar la nieve virgen, notar el crujido de cada pisada, mirar hacia el cielo, todo blanco, sentir los copos sobre mi cara. Los árboles cuajados y cualquier superficie horizontal por pequeña que fuese, donde la Dama se sentaba a observar.
Cristina ya me esperaba en la puerta y ya estaban por allí los demás, Alfonsito, Marta, Hugo y otros. Un bolazo de nieve se estrelló en mi nuca, y noté cómo un hilillo helado bajaba por mi espalda. Tomé aquello como una declaración de guerra, y respondí con otro bolazo, esta vez se estrelló contra la cara de un chaval, que el pobre, no era el que había empezado aquella batalla. La guerra estaba declarada! Chicas contra chicos. Nos buscamos un refugio, ora detrás de una coche, ora detrás de una montaña de arena de alguna obra cercana. Y así estuvimos un largo rato.
Una voz dijo:-Alto el fuego!, ¿por qué no hacemos un muñeco de nieve?, -Vale!! respondimos todos al unísono.
Alguien trajo una pala que había sacado de su jardín, y nos pusimos a amontonar nieve. Después de un buen rato, aquel montón ya iba tomando forma. -Falta la cara, dijo Marta. Un gorro viejo de algunas de nuestras madres, unos botones para la boca y los ojos, una bufanda de alguno de nosotros y una escoba vieja de la obra de al lado. -¿Y la nariz?, - Ah sí, esperad, dijo Cristina, ahora vengo. Una gran zanahoria haciendo de nariz, remataba nuestra obra.
Nos quedamos mirando al muñeco, yo creo que él también nos miraba a nosotros, como agradeciendo que le hubiésemos creado. Es el hijo de la Dama de las nieves, dije en voz baja. ¿Y que nombre le pondremos?, mientras pensábamos, me dí cuenta que era la hora de marcharme. - Me tengo que ir, les dije. A mitad de camino, me dí la vuelta y les grité: -Zanahoria!!, le llamaremos Zanahoria!!
Mientras mi madre me secaba la cabeza con una toalla y refunfuñaba sin parar, pensaba en el juego de hoy, en la batallita que esta vez habían ganado los chicos, pero que la próxima, la victoria sería nuestra.
Esa noche me fuí a la cama contenta, feliz, algo cansada, y cuando cerré los ojos pude ver entre mis recuerdos de aquel día a la Dama de las nieves, envolviéndome en su cálido manto blanco y su hijo Zanahoria sonriéndome, guiñándome un ojo y deseándome felices sueños."
Hasta mañana.


Diciembre, en la actualidad.
"Maldita sea!! Dónde habré puesto la carpeta!!. La puse aquí, pero no está, esos documentos son vitales. Las seis de la mañana!! No llego, no llego!. Venga, venga, aquí están, por fín!!
Salgo corriendo, -que frío hace, demonios!, me meto en el coche, arranco y salgo disparada en dirección a la autopista. Por la mañana entrar en la capital es una mezcla de paciencia, resignación y stress. ¿Por qué la gente no deja el coche en casa y va en autobús? me pregunto. Vaya, parece que llueve, es una lluvia muy fina, se pega al cristal...
Llego al enlace de la autopista y un gran río de coches parados están esperándome. Maldición!! tengo que llegar a esa reunión a tiempo, si no, se me adelantará la competencia y perderé este negocio, el más importante de mi vida.
Ahora estoy en pleno atasco, nadie se mueve. Lo que cae del cielo no es lluvia, sino nieve. La Dama vuelve a hacer su aparición. Maldita sea!, maldita sea! No llego, no llego!!. Enciendo la radio, a ver si informan de la situación. Lo que me temía, está empezando un temporal y la previsión es que continúe toda la mañana. La autopista de entrada está bloqueada. Aconsejan a la gente no coger el coche hoy si no es muy necesario.
¿Necesario??, pues claro que lo es!! Qué se han creído estos estúpidos!, ¿es que no pueden informar antes?. Mi tiempo vale oro. ¿Por una nevadita insignificante se va a parar una ciudad entera?, ¿es que nuestros asuntos no son importantes? Maldita sea el gobierno!!, maldito ejército!!, ¿dónde está cuando se le necesita?, maldita nieve!!
No llegaré a la reunión, no podré hacer este negocio vital para mí. Me arruinaré!!... mi vida... mi vida... se escapa. Mi corazón está disparado, una oleada de frío y calor me recorre todo el cuerpo, me empieza a faltar la respiración, me ahogo, me estoy mareando, miro alrededor, a otros conductores. Empieza a hacerse de día. La Dama de las nieves se cierne implacable sobre todos nosotros, como diciendo, que pensáis, ¿que podéis controlarlo todo?
Quiero pedir socorro, pero no puedo, estoy bloqueada... consigo abrir la ventanilla para que entre un poco de aire, cierro los ojos e intento respirar... noto la nieve en mi cara, me alivia, me voy tranquilizando...
De pronto, alguien me toca el hombro. Abro los ojos, un hombre me está mirando, me sonríe. ¿Que querrá este idiota ahora?, pienso. El caso es que su cara me es familiar. A su lado hay una mujer.
¿Alfonsito?, Alfonsito!! Cristina!!. - No me lo puedo creer!!, ¿que estáis haciendo aquí?, ¿no estábais en el extranjero? -Hemos venido por Navidad, y, ya ves, también nos ha pillado el atasco. Pero ven, sal del coche.
-¿Que salga del coche?, ¿estáis locos?, con la que está cayendo!. Obligada y resignada salgo y un bolazo de nieve en la cara me termina de despejar.
Maldiciendo miro a mi alrededor buscando al culpable. -¿Marta?, ¿Hugo?, no me lo puedo creer!! también estáis aquí!! Ja,ja,ja!! -Chicas, es nuestra revancha!! a por ellos!!. Mientras nos tiramos bolas de nieve las unas a los otros, los demás conductores nos miran atónitos, algunos moviendo la cabeza, con cara de pena. Estos locos...
Una pregunta interrumpe el juego, -¿os acordáis de Zanahoria? Nos miramos unos a otros sonriendo y sin mediar palabra empezamos a crear a Zanahoria de nuevo.
Al cabo de un rato y mientras no cesa de nevar, entre risas y empapados por la nieve, Zanahoria nos mira, como aquel día de hace más de treinta años. Y otra vez miro al cielo y noto la nieve en mi cara como aquella mañana de hace más de treinta años...
Unos golpes en la ventanilla me sacan de mi ensoñación. -Venga, señora, circule, vamos. Está bloqueando el tráfico!
-¿Qué?, ¿cómo?, no entiendo nada, ¿estaba soñando?. No puede ser, pero si era real... o por lo menos, a mí me lo parecía. Miro a mi alrededor, ¿mis amigos donde están?. Sigo sin entender nada.
Los impacientados conductores tocan el claxon sin parar, el guardia me vuelve a meter prisa, esta vez enfadado de verdad. -Lo siento, perdone, ya me muevo.
Han podido abrir un carril y por fín aquello empieza a moverse, pero, ¿cuánto tiempo he estado encerrada?. Miro el reloj... más de cinco horas!!
Mientras regreso a casa, sigo preguntándome si lo vivido anteriormente ha sido un sueño o lo que estoy viviendo ahora es la realidad o también es una ilusión de la mente. No sé, no hallo la respuesta... parecía tan real...
Llego a casa, mientras me preparo algo de comer me acuerdo del asunto de hoy, de la preocupación por un negocio que al final no se ha hecho, pero reconozco que no era tal vital. Ahora soy consciente de lo realmente importante. Estar viva, poseer la capacidad de soñar, poseer la capacidad de crear, poseer la capacidad de cambiar la realidad, porque, ¿qué es la realidad?, ¿cuál es la verdadera?
Enciendo el televisor mientras almuerzo. Entre crisis y calamidades. Entre peticiones de dimisiones por la tragedia de hoy -mi Dama de las nieves-. Entre alertas y alarmas. Entre gabinetes de crisis y búsqueda de culpables, aparece la imagen del día: un muñeco de nieve en medio de la autopista de acceso a la gran capital.
Mis ojos no dan crédito: ¿Zanahoria?!!. Entonces ocurre.
Zanahoria gira su blanca cabecita hacia la cámara que lo enfoca. Nos sonríe, nos guiña un ojo y nos desea felices sueños, antes de ser devorado por la quitanieves."
Hasta mañana.

Muchas gracias por compartir este relato, Clara!

Espero que paséis unas felices fiestas y que tengáis un año nuevo impresionantemente bueno!

Mil besos

Rafa